"Desanimado. Confesión y soliloquio"
No tengo ánimo de reflexiones. No tengo ánimo de contar cosas.
Estoy algo chato. Un tanto aburrido. Siento que caí ya en la monotonía, y el hacer memoria de lo que he vivido no me alegra en nada.
Me gusta escuchar a la gente, y últimamente he estado cayendo en la cuenta de la razón por la cual me gusta hacer eso. Es porque quiero ver cosas interesantes, y la ausencia de ello en mi propia vida me hace buscarlas en los demás, en las vivencias ajenas (Esta razón es aparte de la sensación de bienestar que me da el ayudar a los demás, porque muchas personas que me han contado cosas, dicen al final que se sienten aliviadas por poder contar eso. Yo también me siento como más tranquilo cuando cuento cosas que he guardado para mí).
Cuando la gente cuenta sus anécdotas, muchas de ellas me parecen casi irreales, porque son, a mi parecer, geniales. Y digo esto porque mis cosas son muy normales. Mediocres, como dije en una entrada anterior. Me gusta ver la magnificencia de las cosas normales, de las cosas simples, en ello radicaba mi alegría de antes. Pero últimamente no puedo ver las cosas con esos ojos de niño. Ahora veo las cosas de manera tan corriente que no me interesan. Y a decir verdad, no sé qué me interesa. He estado en este estado de latencia emocional estas últimas semanas, he estado achacado. Pero me carga la gente que cuenta sus achaques, con la finalidad de obtener muestras de cariño, o simplemente porque le gusta decir que está mal. Por esa razón no le he dicho a nadie, pero ya llegué al punto en que estoy sintiéndome como amargo. Una sensación muy rara.
Ya no sé que seguir escribiendo, salvo que tengo prueba a las 5 y media, y debo estudiar unos temas desde el PC (En eso estaba antes de hacer ésta pequeña catarsis), pero me cuesta tomar las fotocopias, o empezar a ver las diapos. Me siento desmotivado (Sobre todo vocacionalmente, pero esto da para una entrada distinta en mi blog :P) y esto no es nada bueno en época de exámenes.

En fin. Saludos...!