"Otro cuento: Hueso Enterrado"

Continué escarbando en la tierra. Estaba seguro que estaba por ahí. Siempre olvidaba el lugar exacto, pero me guiaba por mi olfato.

El apreciado hueso de la cazuela, ese jugoso trozo, con carne, con grasa, sin el sabor sintético de la comida enlatada, tan sólo el ansia de saborearlo otra vez, me hacía continuar mi búsqueda de manera más frenética.

La tierra se hallaba removida en la mayor parte del patio, y mi hueso aún no aparecía. Sin embargo, sentía su olor, sabía que estaba cerca. Quizás mi gula me bloqueaba e interrumpía con mi olfato, pero yo necesitaba encontrarlo luego... era mi pasión el buscar y encontrar.

Pasó el día, y no lo encontraba. Un plato de comida enlatada estaba en mi plato, pero yo seguía buscando por el hueso.

Con mucha hambre, me pasé la noche buscándolo...

Al otro día, revisé el último lugar que me quedaba por escarbar. Y ahí estaba. Ansioso me lo engullí, y ya no tenía ese sabor que buscaba... su carne había sido devorada por hormigas... y su sabor... pues, tenía sabor a tierra.
Así que lo volví a enterrar, y comí lo que había en el plato. Y ahora cuando paso por ahí, sacío mi hambre sólo con su olor. No necesito encontrar las cosas perdidas, pues decepciona el saber que tienen la amargura de estar bajo tierra mucho tiempo.


Guau! Saludos! XD